Esta pieza está inspirada en el estilo de los lieder del romanticismo del siglo XIX, pero con una pequeña dosis de impresionismo.
Su lenguaje encaja perfectamente en el de finales del siglo XIX, pero he incorporado bajo eléctrico, sintetizadores y efectos electrónicos para crear una obra más en línea con la estética contemporánea. Otro cambio importante es que, en lugar de utilizar una soprano lírica, he optado por la cálida, natural y preciosa voz de Natalí Castillo.
Gracias a mi esposa, la escritora Nathalye Engelke, por su maravillosa letra.
Aquí tienes un extracto: